martes, diciembre 05, 2006

Gods` Play - Chapter One

A novel? Yeah, sure ¬¬. Just enjoy it...

Gods`Play - Capitulo Uno

La estación de subtes es una mezcla de olores como no se puede encontrar en ningún
otro lado. Una combinación única de aceite de motores, orina, vomito, heces de rata (y
quizás otras cosas) y cientos de aromas corporales, todo comprimido en un asfixiante
encierro.
Nada digno de destacar pero es lo que más llamaba la atención de Michael en su
rutinaria vida.
Todos los días se despertaba con el traqueteo del ventilador descompuesto y cubierto en
sudor, iba al baño y contemplaba la cara en el espejo.
Una expresión que alguna vez reflejó una juventud y ansias de llevarse el mundo por
delante increíbles pero con el tiempo se fue desgastando hasta llegar a un cuarentón con
principios de calvicie, de gordura y de miopía.
Muchos principios y ningún final a la vista.
Pero esta mañana fue diferente. Michael se despertó con una idea jugueteando con
timidez por sus neuronas, una traviesa vocecilla que le susurraba que rompiera el molde.

"No saludes a la portera."
-Buenos días, señora Doubtfire.
-Ummmm.
"¿Ves? Alguna vez tendrías que patear a esa vieja desagradecida. Ahora no compres el
periódico"
-Hola, Jimmy, dame el Times.
-Acá tiene, señor.
"Pendejo. Ni siquiera se acuerda tu nombre. ¿Vas a seguir así por mucho tiempo más?"

Y desde que entró en la estación con esa pregunta lo atosiga la voz.
Por fin Michael empieza a ver el encanto en quebrar la estructura de la cotidianidad.
"¿Qué dirán tus compañeros cuando vean que todavía no llegaste?¿Qué las 300 hojas de
reportes que te enganchan siempre ahora las van a tener que hacer ellos en lugar de
rascarse las bolas?¿No seria hermoso?"
Michael se relame considerando la posibilidad. Solo tiene que darse la vuelta e irse.
De repente el subte aparece devolviéndolo a la realidad y se sacude la juguetona idea de
la cabeza.
-Que raro- piensa consultando su reloj - Llegó adelantado.
Michael sube al vagón y las puertas se cierran tras él gritándole que hoy será un día
como cualquier otro.

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