jueves, febrero 22, 2007

Inner Voyage

A tale for a new NJL in PsicoFXP. Greetings.
VIAJE INTERIOR

El bar de la calle Melancolía y Avenida Tristeza estaba casi desierto pero atestado. Sentado en una esquina, Contradicción trataba de encontrarle una justificación a esa frase.
Me siento a la barra y pido un daiquiri de penas pero sin lagrimas. “Me caen pesadas”, le aclaro al barman.
Un hombre igual a mi se sienta al lado. Lo miro fijó.
-¿Quién sos?
-Pena. No entiendo para que te matas con tragos si queres olvidarla.
-Es como la canción, “tomo para olvidar, me olvido para no tomar”.
-No, no dice así -salta un patán de anteojos y pelo engomado que de seguro es Prepotencia –Es “me enamoro para no tomar, tomo para no enamorarme”.
-¡¡Cállense, estúpidos, como le van a hablar de amor en este momento!! –les grita Furia, silencioso desde hace tanto tiempo que renació en un nuevo cuerpo, ya no reconocido como propio.
Alterado y enojado, empieza a golpear a todos los demás y lanzarlos contra la pared.
Solidaridad y Paciencia intentan detenerlo rogando por Piedad pero este no aparece y solo logran ser aplastados a puñetazos.
Al rato casi todos mis seres están envueltos en una sangrienta pelea.
Esquivo como puedo los botellazos y me siento a la mesa del único que no esta peleando, escondido entre las sombras.
-¿Y vos quién sos?
-Optimismo. Algunos me llaman “alegría de vivir”.
-Pensé que te había perdido.
-No, solo me tienes en un rincón. Lo que has perdido es Amor. Es la chica que esta saliendo por la puerta.
Me vuelvo y la miró. La luz de sus ojos me alumbra por un segundo y enfurecida se vuelve y sale del antro.
-Supongo que no estoy listo.
-Si lo estas, solo necesitas encontrar a tu amor correspondido. No puedes forzarlo como venias haciéndolo hasta el momento.
-Me niego al rechazo, soy muy orgulloso.
-Mira a Orgullo.
Observo donde me señala y un anciano, devastado entre las ruinas, es golpeado sin parar por los que habían sobrevivido a Furia.
-¿Y si no es con orgullo como sigo adelante?
-Como puedas, como lo hacemos todos. Vivimos el día al día, sin preocuparnos por el mañana y agradeciendo por cada momento.
-¿Incluso los malos?
-Esos sobre todos. ¿Ves a ese viejo gritándole a la chica? Es Experiencia humillando a Olvido.
-O sea que he aprendido algo. No debo volver con ella, sería un error.
-Exacto. Ahora no pierdas más tiempo en tus peleas internas. Sal y disfruta del mundo.
-Tenés razón -le respondo con animo renovado.
-No. Razón es el que esta sentado en la barra brindando por nosotros.
-Entonces a su salud –ambos levantamos nuestras copas y las entrechocamos.
Me levantó y me dirijo a la salida. Mientras estoy saliendo alguien se acerca a mi alegría.
-¿Porqué le dijiste eso?- pregunta Estupidez –Soy parte suya. Seguro que va a intentar volver con ella.
-Si, pero al menos...
La puerta se cierra detrás de mí y no escuchó más. Ignorancia, que me esperaba afuera, sonríe satisfecho.

martes, febrero 13, 2007

A stormed problem

One of my favourites stories, full of references to comics. Enjoy it ;)

UN PROBLEMA TORMENTOSO

-Todavía no entiendo que estamos esperando - preguntó el joven Azul Maravilla, rompiendo con la monotonía de las gotas de lluvia contra el techo.
Cebollita de Verdeo, amo de los vegetales, lo miró con incisión.
-A ver... vamos a usar un poquito tu cabeza para pensar en vez de que solo sirva para que la golpeen. Ese es el fin de todo razonamiento, al fin y al cabo. ¿Qué nos pidió el Capitán Afganistán?
-Que descubramos quién mató a Thor, dios del trueno - respondió irritado el violáceo muchacho, experto en usar pinceles como armas -Aunque si Thor esta en la ciudad oculta de Asgard no tengo idea de cómo saben que murió.
-Todas tus respuestas están en el cielo. Mira bien. Esta es la ultima de una seguidilla de siete tormentas, con sus respectivos rayos y truenos
-Que interesante.
El caballero esmeralda estaba a punto de acogotar al niño con su lazo de ajos pero se contuvo. No tenía que dejar que la furia lo dominará.
Toda su vida había sido dictada por el ritmo de la violencia, desde que presenció como sus padres morían atragantados con una planta de coliflor y nadie fue capaz de hacerles una maniobra Heimlich. Desde ese momento juró que siempre estaría dispuesto a proteger y cuidar de cualquiera que lo precisará.
Pero recién años después, cuando un tomate atravesó su ventana, se dio cuenta de su motivación.
"Los criminales son carnívoros y gordos. Seré una verdura."
Ese día nació un nuevo azote del mal y era solo cuestión de tiempo hasta que, como todo héroe que se aprecie, se uniera a un supergrupo y tuviera un sidekick. En el caso de Verdeo el grupo era nada más (y mucho menos) que los Ajusticiadores.
-No seas impertinente - continuó más relajado -Un fenómeno como este solo se da cuando muere un dios mitológico. Hace unos años, siete tsunamis anunciaron el deceso de Poseidón.
-¿Que le pasó?
-Lo pescaron. Mal día para Greenpeace.
-¡Santos atunes!
-Así que ya ves como sabemos que Thor murió.
-Pero no implica que haya sido asesinado.
-Los asgardianos son inmortales. Solo pueden morir por la mano de otra persona.
-¿Y qué...?
-¿No tenés nada mejor que hacer, no?
-No. ¿Y qué estamos esperando acá? Todavía no lo entiendo.
-Por supuesto que no, cerebro de mosquito. ¿Qué cosa aparece después de la lluvia?
-Las goteras.
-¡El arco iris, pedazo de acéfalo! Siguiéndolo donde se oculta en las nubes nos llevará hasta Asgard.
-Eso suena muy estúpido.
-Sos un pendejo en calzoncillos azules al lado de un adulto vestido de coliflor. No me digas que es estúpido.
Por fin la lluvia paró y el arco iris recorrió todo el cielo dejando su estela multicolor.
Los dos héroes se subieron al zapallocoptero y volaron hasta detrás de un enorme nubarrón donde Asgard apareció flotando en todo su esplendor.
La credencial de los Ajusticiadores les permitió ingresar en la ciudad pero las sonrisas oblicuas en la mayoría de los rostros demostraban que simples mortales no eran muy bien recibidos entre tanto poderío.
Aterrizaron cerca del cortejo fúnebre donde estaban cremando el gigantesco cadáver de Thor. Su padre, Odín Un Ojo, lloraba sin consuelo (con un solo ojo, claro está). Verdeo se acercó a él y tras darle las condolencias se ofreció para encontrar al asesino.
-Ya sabemos quién fue. Su hermanastro Loki.
-¿Loki? Pensé que había sido encerrado para siempre en la cámara de torturas... por centésima vez.
-Se escapó hace unas semanas y juró vengarse de su medio hermano... por centésima vez. Igual ya lo detuvimos.
Odín se restregó el mentón pensativo.
-Creo que lo condenaré por unas cincuenta eternidades. No es mal chico, solo muy travieso.
-¡¿Travieso?! Es un as... - empezó a gritar Azul pero lo calló una cachetada de Verdeo.
-¡Silencio! Estamos en la tierra de Odín y respetaremos sus reglas.
Acto seguido le dio otro golpe al muchacho.
-¿Y eso porque fue? - preguntó Azul al borde de las lagrimas.
-Por las dudas. Gran señor, si bien sabes quién fue, lo cierto es Thor y Loki vienen peleando desde la cuna y nunca había pasado algo así. Permíteme llevar esta investigación hasta sus ultimas consecuencias y descubrir todos los secretos. No por la memoria de tu hijo, sino por la de mi camarada.
-De acuerdo. ¿Por donde quieren empezar?
-Me gustaría ver la escena del crimen.
Odín parpadeó (su único ojo) y los dos justicieros aparecieron solos en el medio de una sala. A su alrededor cientos de estatuas los vigilaban.
-El jardín de las multitudes. Sitio curioso para un asesinato - murmuró el detective enmascarado y se dirigió a su discípulo.
-Observa bien, Azul. Usa todo el entrenamiento analítico que te enseñe y saca una conclusión.
-Bien... A juzgar por su contextura, uniformidad, olor y sobre todo la expresión de desagrado en tu cara diría que pisaste bosta de caballo.
-Exacto-asintió Verdeo limpiándose la bota -¿Y que te parece que hace un equino en este lugar?
-Por Dios... ¿quieres decir que...? -Azul contuvo su aliento.
-Exacto, eso mismo.
-Es increíble, inaudito, impensable, in...
-¿No tenés la más mínima idea de lo que estoy hablando, verdad?
-La verdad que no.
-El corcel alado de la Valkiria. La hermosa dama que transporta el alma de los guerreros caídos al más allá. El mayor placer de los combatientes nórdicos. Ahora... ¿notaste a las mujeres asgardianas cuando llegamos?
-Son horrendas, todas llenas de músculos. Solo las pude distinguir por la barba.
-De hecho, los hombres asgardianos no tienen barba.
-¡Santas confusiones!
-Por ultimo, por más que Loki haya atacado a Thor por la espalda, este contaba con una protección natural. La de su martillo Mjölnir. Pero por más que sabía que Loki estaba libre y buscando venganza por centésima vez, para su desgracia, se lo olvidó en el baño de los Ajusticiadores.
-Lo sé. Se larga a llover cada vez que quiero usar papel higiénico.
-¿Y a qué deducción te lleva todo esto?
La expresión consternada del chico demostraba que estaba lejos de cualquier cosa parecida a una idea.
-De acuerdo. Esto va para largo y no tenemos tiempo - dijo Verdeo.
Sacó una zanahoria láser de su cinto, y segundos después, donde antes estaba el joven Azul Maravilla solo quedaba una humeante pila de cenizas.
Un portal se abrió en medio del salón y una mujer montada a caballo apareció de la nada. Desde las cenizas se levantó el fantasma de Azul y le aulló a su protector con voz espectral.
-¡¿Por qué hiciste eso?!
-Era necesario para atraerla. Además no te preocupes, seguro que en un par de años resucitas como villano.
El señor de los vegetales se acercó a la hermosa joven que al desmontar reveló el rostro más bello que jamás había visto ser vivo.
-¿Bella dama, le puedo hacer una pregunta antes que se lleve el alma de mi amigo?
-¡¿Amigo?!
-¡Silencio!
-Habla, mortal. ¿Qué deseas saber?
-Tu numero de telefon... quiero decir... ¿Es posible que Thor se haya dejado matar a propósito para ir a tu encuentro?
-Así es. Él se encuentra ahora feliz y sin preocupaciones en el Valhalla.
-¿Y como ocupa su tiempo allá?
La jinete se ruborizó.
Verdeo sonrió y la despidió con cortesía mientras se volvía a montar llevando el alma de Azul.
-¡Adios, Jimmy, nunca te olvidare!
-¡Soy Timmy, pedazo de hijo de pu...!
EL portal se cerró y Verdeo quedo de vuelta solo. Con su celular llamó al Capitán Afganistán.
-Caso resuelto, Cap. No tenemos que preocuparnos de que algún villano ultrapoderoso haya acabado con Thor. Solo eligió pasar la eternidad teniendo el mejor sexo. Viendo a las mujeres asgardianas la verdad que lo entiendo.
-Bien, Cebollita, felicitaciones. ¿Algo más que informar?
-Si, señor, necesito un nuevo ayudante. Ronny... este... fue devorado por un dragón.
-¡Jimmy! Diablos, Verdeo, ya es el tercer Azul Maravilla este mes.
-Perdón, Cap, pero no es mi culpa. Ya no los hacen como antes. Le voy a preguntar a Batman donde los consigue.

sábado, febrero 03, 2007

A damned whim

A tale for "The fantastic binomian" suggested by the words MANDARINA - HELADO. Grettings
UN MALDITO ANTOJO
1:15 AM
-Amor...
-Umff... umffff
-Tengo un antojo.
-¿Eh?- Carlos abre los ojos y apenas distingue los números rojos del reloj
digital- ¿No es un poquito tarde?
-Dale, bebe, es la primera vez que te lo pido. Hasta ahora siempre me
contuve y pensá que ya van casi cuatro meses.
-¿Bueno, que querés?
Silvia se lo susurra relamiéndose en el oído.
-¡¿Helado?! ¿No te conformas con un vaso de leche?
-Porfissss.
Carlos mira a los tiernos ojos de la mujer de su vida y no puede resistirse. La besa con pasión y se levanta.
El teléfono suena del otro lado y la cansada voz de un recepcionista atiende.
-Heladerías Fulero, buenas noches.
Carlos agradece a Dios por el delivery y hace el pedido.
-Lo siento, señor, pero ese gusto solo lo tienen en la sucursal de Villa Fiorito.
-Bueno, dame el numero.
-Es que no hacen entrega a domicilio. Tendría que ir en persona. Buenas noches.
El abrupto corte deja al interlocutor con la palabra en la boca. Piensa que quizás pueda convencer a Silvia de que espere hasta el mediodía, pero la verdad que la pobre tenía razón, venia soportando el embarazo como una reina.
Nunca se quejo del dolor, ni las patadas, ni los vómitos ni de las sesiones de gimnasia pre-parto ni nada de las cosas con las que, por lo general, las mujeres martirizan a sus maridos.
-Amor, voy a buscarte el helado. En un rato vuelvo.
-Dale, no tardes mucho que tengo hambre.
Carlos refunfuña en voz baja y cierra la puerta.

2:35 AM
Ya lleva más de una hora y esta por desistir cuando las luces del ciento treinta y ocho se asoman por la esquina.
Paga el pasaje y se sienta al fondo. En la otra punta de los asientos un hombre de pinta desgarbada lo mira con los ojos desorbitados.
"OH, dios, a mi no", piensa Carlos pero ya es tarde. El linyera se sienta al lado suyo.
-Hermano, he visto el fin del mundo y no es nada lindo. He visto a la
humanidad completa rogando por piedad mientras el mundo arde en llamas pero peor es lo que te espera esta noche.
-No me jodas. ¿Que querés, una moneda?
-Ni el dinero podrá salvarte de lo que viene. Y todo por un capricho de tu mujer.
Carlos se quedó mudo de sorpresa.
-No pierdas tiempo conmigo, la próxima es tu parada.
Desconcertado, se baja y entra en la heladería a unas pocas cuadras.

2:50 AM
Detrás del mostrador hay un solo chico muy entretenido hablando con una chica vestida de cuero y minifalda.
-Hola, quiero un...
-Eh, viejo, banca un momento. ¿No ves que estoy atendiendo?
Carlos se muerde la lengua y le pide disculpas a la muchacha que lo mira con desprecio.
Espera un largo rato y al ver que el pibe hace de todo menos atender decide ponerse severo.
-Escúchame, estoy muy apurado y vos estas boludeando.¿Me podes dar un...
-Esta bien, esta bien- le grita el pibe- ¿Nena, nos vemos más tarde?
-Ni en pedo, me voy a bailar.
La chica se retira del negocio haciéndole un gesto obsceno a Carlos.
Esté se fija que el pibe no le sirva el helado con una escupida incluida, paga y se vuelve a la parada de colectivo.

3:30 AM
Como era de esperarse, el micro no aparece.
De pronto un auto frena en seco ante él. Aunque los vidrios están polarizados se nota que adentro hay más gente de la que debería.
La ventanilla del acompañante se baja y muestra el rostro bastante drogado del heladero.
-Eh, este es el viejo ortiva que me cortó el chamullo con la Yesy.
Varias expresiones se escuchan dentro del autito.
-Córtala, pendejo, no rompas las bolas.
-¡¡Uh, te esta apurando, Polaco!!
-Todo bien, vieja, solo danos un poco de helado que hace calor y el dueño es otro ortiva que no me deja llevarme nada.
Carlos se lo estaba por darle el postre encantado de sacárselos de encima pero pensó no solo en lo que le había costado conseguirlo sino en la expresión de decepción en la hermosa cara de Silvina.
-No, flaco, no puedo.
Ahí el "polaco" se puso furioso.
-Ándate a la concha de tu madre, viejo choto.¡Cholo, arranca!
El auto aceleró dejando restos de goma caliente sobre el asfalto. Mientras daba la vuelta a la esquina, Carlos sujetó con más fuerza el pote que llevaba en el brazo.
Al rato en la otra esquina escucho un motor y pensó que por fin era el micro pero estaba equivocado. El auto de los pibes avanzaba directo hacia él.
Carlos se quedó quieto hasta ultimo momento pero cuando vio que el auto subió a la vereda empezó a correr con todas sus fuerzas.
Se metió en un callejón pero el coche todavía lo seguía. Delante de él había una pared que cerraba la callejuela además de un enorme container de basura. Se subió en este pero todavía no estaba lo suficiente alto como para saltar la pared.
Miró al vehículo que venia arrollando bolsas de basura y golpeándose contra las paredes. Por un instante que pareció una eternidad avistó la cara gritando y enloquecida del conductor.
Encima de él había una escalera de incendio. Saltó y se agarró unos segundos antes que el auto arrollara el container.
El brazo le dolía horrores pero no pensaba soltar el envase de helado.
Haciendo un esfuerzo supremo jaló hacia arriba y logró treparse hasta un balcón que daba a una ventana semiabierta.
Miró hacia abajo. El auto estaba en silencio excepto por un tema de cumbia sonando a todo volumen. Por las dudas prefirió bajar por el interior del edificio.

3:42 AM
La habitación en la que se metió estaba a oscuras excepto por la luz de una heladera abierta. La puerta se cerró y una nena de unos diez años lo miró consternada.
Carlos le hizo una seña de silencio
-Shh, no hagas ruido, ya me voy.
-¿Qué llevas ahí?- preguntó la niña en voz baja.
-Helado.
-¡Que rico! ¿De que gusto?
Carlos se lo dijo y la cara de la niña se iluminó.
-¡Mi favorito!. ¿Me convidas?
-No... no puedo.
-¡¡MAMA, PAPA, UN LADRON EN LA COCINA!!.
Una de las puertas se abrió de una patada y entró un gigante de dos metros en pijama y armado con una escopeta y la cara enloquecida.
-¡Fuera de mi casa! – gritó antes de disparar a donde estaba Carlos.
Este se tiró detrás de un sillón y salió corriendo hacía la otra puerta. Para su suerte estaba sin llave y logró abrirla antes que otro disparo le volara la cabeza.
Bajó corriendo todos los pisos hasta llegar a la puerta del consorcio. Está si estaba cerrada y escuchaba los gritos del enojado vecino cada vez más cerca.
Dejó el helado sobre una mesita que usaba el portero y con una silla golpeó el vidrio de la enorme puerta hasta que se partió.
Estaba por salir cuando se acordó del paquete. Asomó medio cuerpo y lo agarró antes que un escopetazo destrozara el resto del vidrio.

4:20 AM
Estaban cayendo las primeras gotas de una lluvia veraniega.
Carlos corrió casi siete cuadras hasta estar más o menos seguro de que la maquina de matar no lo seguía. Respiró con profundidad y miró con odio al pote de helado.
"Si no fuera por Silvina..."
Estaba absorto en sus pensamientos cuando un golpe en la espalda lo derribó.
Aullando de dolor se dio vuelta y observó al polaco. Tenia la boca llena de sangre. Detrás de él sus amigos lo miraban en no mucho mejor estado.
-Viejo puto, le rompiste el auto al Cholo. Ahora te vamos a romper el culo.
Carlos colocó la cabeza contra el piso resignado.
-Pero antes me voy a comer este helado de mierda- el pibe levantó el pote del piso.
Los ojos de Carlos se llenaron de furia. Se levantó gritando del piso y su puño fue directo a los testículos del polaco. Este se quiso inclinar pero Carlos lo tiró al piso, se le subió encima y lo empezó a golpear en la cara.
-¿Quieres helado? ¡¡Toma!!
Agarró el pote y tiró el liquido de lo que se había derretido en la cara
ensangrentada. Después empezó a apretarle el cuello con fuerza para que abriera la boca y le metió los restos de la crema junto con los pedazos de telgopor.
Se levantó y mientras el polaco trataba de escupir los restos para no
ahogarse, Carlos lo volvió a patear en el estomago. Justo se largó a llover. El polaco era una masa de sangre y crema color naranja llorando en el piso.
-No... no me pegue, señor, por favor, no me pegue más.
Carlos miró a los amigos del polaco que lo observaban asombrados.
-¿Qué pasa, alguien más quiere?
Todos salieron corriendo excepto uno que agarró como pudo los restos de su compañero y se perdieron en la noche.
A unas cuadras apareció el cartel del ciento treinta y ocho.

4: 45 AM
Cuando se subió, Carlos intentó sacar las monedas de su sucio abrigo.
-No se preocupe, jefe, ustedes viajan gratis- le dijo el chofer señalando a la parte de más atrás del micro. Ahí se encontraba el mismo linyera que le había profetizado la mala noche. Por lo visto lo único que hacia era el recorrido de la línea una y otra vez.
Carlos se sentó unos asientos delante y cuando el profeta estaba por abrir la boca le dijo:
-Te callas o te parto en dos.

5:05 AM
Carlos entró en su casa y fue directo a acostarse a la cama.
-¿Qué te pasó? ¿Conseguiste el helado de mandarina?
Silvina vio las manchas de sangre, suciedad y lluvia en toda la ropa de su esposo. También vio que tenia un par de moretones en la cara.
Carlos la miró como había mirado al polaco cuando agarró el envase.
-¿Sabes que, amor? Con un vaso de leche me conformó.

viernes, febrero 02, 2007

The Spy that... you know!!

A Zodapeman adventure ;)
La prostituta robótica entró en la habitación y empezó a desvestirse. Era una de las obras cumbres del gobierno americano y hasta no escuchar su aguda y chillona voz pasaba por humana sin inconvenientes.
-Traigo un mensaje especial para el agente Zodapeman. Por favor identifíquese.
El robot se montó encima del prodigioso agente y al ser penetrado los sensores en la vagina artificial escanearon las marcas en el inconfundible pene.
“Identificación positiva. Buenas tardes, Zodapeman.
Su próxima tarea consiste en evitar un atentado contra una misión espacial que esta por realizar el país europeo de Karkovia. Como sabrá, en dicha nación creen que lo peor de la humanidad esta en las mujeres así que han decidido empezar un proyecto de utopía masculina en Marte. Los karkovianos tienen avances científicos notables y están listos para lograr lo que nosotros solo podremos hacer dentro de décadas.
Por supuesto, hay intereses opuestos, entre ellos la nación feminista de Orgalia.
Lo único que sabemos es que han mandado a su mejor agente para sabotear el lanzamiento. Se trata de Vanesa Zumanova, la única sobreviviente de un experimento de estimulación de hormonas que la volvieron ninfomana y sexopata al extremo.
Proceda con cuidado, Zodapeman, nunca ha encontrado una mujer como esta. Buena suerte.
Ah, por cierto, este mensaje se autodestruirá cinco segundos después de acabar.”
Tras eyacular, la prostituta empezó a emitir un sonido de alarma. El agente la tomo en brazos y la lanzo por la ventana antes de que explotara.
Armó sus valijas y tomo el primer vuelo hacia Karkovia. Decidió que la mejor forma de vigilar el lanzamiento era haciéndose pasar por astronauta.
A la mañana siguiente, con documentación falsa, se presento en la audición de postulantes para el vuelo. La sala estaba a oscuras. El director del proyecto, Iván Tragasavlozky, habló en voz fuerte para que todos lo escucharan.
-Buenos días, caballeros, una vez que salgan de esta sala empezara el entrenamiento físico para adecuar sus cuerpos al ambiente marciano. Pero antes debemos asegurarnos que puedan lograr la parte más importante de la misión de colonización.
Un respetuoso silencio cubrió todo el auditorio. Un reflector se ilumino mostrando en el escenario a una hermosa mujer desnuda. Zodapeman la reconoció como la agente Zumanova, quien al parecer también logró infiltrarse.
-Los ideales más profundos, tanto de nuestra nación como de la humanidad, han sido corrompidos por las mujeres – continuó el director aunque había perdido la atención de más de la mitad de su publico- Este viaje es la única esperanza de empezar una civilización basada en la presencia única del hombre, pero tenemos que asegurarnos que no sientan la necesidad del perverso y contaminante contacto con el otro genero. Voluntaria Paprika, por favor...
La mujer empezó a tocar y mostrar en detalles sus partes intimas. A medida que jugueteaba gemía con placer.
Gotas de sudor empezaron a correr por el publico.
-¡Basta, no aguanto más!- grito uno de los jóvenes postulantes y corrió al escenario bajándose los pantalones.
-¡Yo tampoco!- aulló otro.
En menos de cinco minutos, mas de diez personas estaban trenzadas en una orgía. Por increíble que pareciera, la mujer podía con todos.
-Vamos, todavía hay lugar para mas- susurró en un momento que pudo desocupar su boca.
Debajo del escenario solo quedaban nueve personas, incluyendo al director y Zodapeman, cuyo miembro luchaba por escaparse de los pantalones pero pudo resistir gracias al entrenamiento de Obi One Choto para soportar situaciones limite.
-Bien, caballeros, han demostrado ser de lo mejor que Karkovia tiene para ofrecer. Felicitaciones.
La audiencia terminó y las semanas siguientes transcurrieron en relativa tranquilidad. Zodapeman realizo todo el duro entrenamiento esperando que la orgalense atacara de nuevo pero al parecer había desistido.
Por fin llego el día del despegue. La tripulación empezó a avanzar por el tubo que los conduciría hasta la cabina del cohete cuando Zodapeman notó que el guardia de los impulsores había desaparecido.
Se excusó con sus compañeros y tomó el ascensor hasta la base del cohete. Al entrar en la cubierta metálica que rodeaba los propulsores encontró al guardia.
Estaba tendido en el piso, con los pantalones bajos, una sonrisa en toda la cara y desmayado de satisfacción.
Unos metros más adelante Vanesa estaba por golpear los motores con una barra de acero.
-¡Espera, No lo hagas!- le gritó Zodapeman- Este viaje es necesario para el avance de la ciencia.
-La ciencia masculina querrás decir. Unos hombres solos en Marte es un desperdicio, un derroche de semen y ganas de coger, que es para lo único que sirven.
Zodapeman pensó en esos hombres en la soledad, solo pudiendo reproducirse por genética.
¿Que pasaría cuando sus ansias sexuales despertaran? El solo pensar que tendrían que satisfacerse entre ellos mismos le trajo horribles recuerdos de su experiencia en Vietnam, donde había sentido en carne propia lo que la ausencia femenina podía provocar.
Pero ahora debía dejar de lado las cuestiones morales y cumplir con su misión. Le quitó la barra pero ella, con una velocidad increíble, le desabrocho el cierre del uniforme y comenzó a succionar su poronga.
El animo y ganas con que le hacia el pete casi sobrepasan a Zodapeman pero se mantuvo firme, manteniendo la concentración. Cuando sintió que estaba a punto de quebrarse tiró a la enemiga de espaldas al piso y la penetró con toda su fuerza.
Así estuvieron durante horas y horas cambiando de posición hasta caer los dos agotados. Zodapeman apenas lograba mantenerse consciente a pesar del agotamiento. Su rival dormía complacida con un chorro de leche escurriéndose por la comisura de sus labios. Ambos estaban seguros que nunca habían tenido un desafío semejante.
El cohete despegó. Tragasavlozky se sorprendió al ver a uno de sus astronautas en medio de la pista de despegue y ordeno detenerlo.
Al ser interrogado Zodapeman revelo su identidad y el propósito de la misión.
Tragasavlozky le agradeció la cooperación en nombre de la nación de Karkovia.
-Solo tengo una duda. Había ocho pasajeros en la cabina antes del despegue pero usted esta acá. ¿Quién era el octavo?.
-La octava. De alguna forma tenia que deshacerme de la orgalense.
-Pero la misión...
-Confié en mi, esos hombres no iban a durar dos meses como tales sin una mujer. Para ustedes será lamentable pero no se puede construir una civilización sin ambos sexos. Es la cooperación entre ambos lo que nos separa de los animales.
Con orgullo, Zodapeman observó en el cielo la estela que dejaba el cohete y sintió algo de envidia por no ser uno de esos siete hombres.