But... and...her?

Pero... y... ¿ella?

Pero más allá de lo que le dijeran, no importaba si la querían o no; cuando ella quería estar con alguien solo le importaba eso, si era correspondida o no era algo accesorio y sin importancia.

Y así había sido desde tiempos inmemoriales, desde aquel diablo que la había usado por vez primera. Aquel que le hizo sentir que una buena sesión de sexo y un falso cariño podían darle todas las satisfacciones que necesitaba y con toda tranquilidad prescindir del amor.

Pero el amor siempre esta ahí, como una lepra en el corazón que nunca se termina de curar; nada podía hacer al respecto y una vez tras otra terminaba perdida por el canalla, el ladrón, el soldado... cualquier cuervo que revoloteara alrededor suyo esperando acercarse a tan hermosa joya sin buscar más que un placer vacío y sin frustraciones.

Y ya sabía como esquivar la trampa del corazón; la academia de la vida le enseño hace mucho tiempo que si sentía algo por alguien y ese pobre santo tenia los mismos sentimientos por ella lo tenia que alejar.

Pero ya era tan habilidosa alejando gente, dejándolos llorar por los rincones, con la estima destrozada y la angustia de saber que siempre hay otra persona por la que ella va a sentir más cosas... que al final una leve conciencia empezó a gritar y hacerse oír desde lo más profundo de su alma... por ese llamado de auxilio ahogado ahora mantenía a esos pobres desesperanzados cerca, sin darse cuenta de que los seguía lastimando, siempre hundiendo un poco más el puñal en sus seres destrozados.

Y por fin alguien le dijo basta, alguien le mostró cariño más allá del amor o el sexo, planteándole todo tipo de dudas y ella no supo que hacer.

Pero ahora esta esperando, muy segura que él la va a llamar porque cometió el monumental error de hacerle saber que siempre esta en sus recuerdos, sus experiencias y que es el centro de su mundo.

RING RING

-¿Hola?

-Hola, soy yo, necesitamos hablar.

-Pensé que ya habías dicho todo lo que querías decirme...

-Todavía faltan cosas, hay veces que las palabras no alcanzan.

-Esta bien; nos encontramos en una hora en la esquina de mi casa.

-Ahí estaré.

Y cortó sonriendo satisfecha, por un momento pensó que lo iba a perder para siempre pero ahora esta de vuelta en control... sabe que decirle, como hacerlo sentir alegre por un instante y que de vuelta él este pendiente de ella.

Pero sigue con una preocupación...¿le traerá algún chocolate?. La ultima bombonera que alguien le regalo se la devoró hace meses.