Inmortals: Beginnings and endings

INMORTALES: PRINCIPIO Y FINAL

¿Porque ahora, justo en este momento parado frente a su némesis y ante el inminente duelo final, se puso a pensar en como empezó todo?
La duda asaltó al superhéroe Fury pero cuestionárselo era un objetivo como mínimo inútil ya que por mucho que lo ha intentado en todos estos siglos lo único que recuerda es un resplandor en el cielo nocturno.

Son los años de la segunda guerra mundial, los soldados Nick Farias y John Escorpione recorren el claro en la misión de reconocimiento asignada por el sargento.
Tarea encomendada no tanto por su importancia estratégica sino en un esfuerzo vano por intentar zanjar las diferencias políticas entre los dos jóvenes. Nick es un idealista, firme creyente de la buena voluntad de la gente y de la causa por la que pelea mientras John es cínico, egoísta y su mayor preocupación es poder volver a su hogar entero.

-¿Por qué terminar todo incorrecto, porque matarnos entre nosotros? - pregunto Fury.
-Por Dios, Nicolás, no es obvio... todo arde a nuestro alrededor, somos las ultimas personas de este mundo agonizante. ¿Te tengo que hacer un dibujo? Estábamos destinados a esto.
Fury tembló ante el recuerdo de la despedida de su amada, su doceava esposa (¿O era la quinceava? Nunca olvido a ninguna de las mujeres que amo en su vida pero a veces la memoria le jugaba malas pasadas); los besos de seda dados a pesar del asco que le provocaba la piel llena de quemaduras, igual que la del resto del grupo que había intentado salvaguardar en su fortaleza. Pero esta vez no era un plan estúpido de dominación mundial del supervillano Scorpio, esta vez era el final de todos las cosas, tanto las buenas como las malas.
La devastación había empezado años ha cuando la Tierra entró en plena guerra con las colonias instaladas en Marte (rebautizado Nueva Tierra); Fury había decidido permanecer en su planeta natal y su participación fue decisiva en la victoria contra los neomarcianos. Incluso Scorpio peleó un breve tiempo a su lado solo por la satisfacción garantizada de poder masacrar personas con el visto bueno de las autoridades terrestres.
-Como en los viejos tiempos, Nicky, como en los viejos tiempos - se burlaba en ese entonces mientras con su visión calorífica aniquilaba una villa neoterraquea.

-Si te interesa saberlo, más allá de que eres la puta del sargento, siempre vomitando flores a sus pies, también eres la persona que más respeto del escuadrón – dijo John rompiendo el cortante silencio de casi dos horas.
-Gracias, Escorpione, aunque me sorprende que un imbecil intolerante pueda expresarse con tanta claridad, se ve que ese horrendo corte de pelo te acomodó las neuronas; tu sangre es italiana, ¿cómo es posible que no entiendas por lo que peleamos?
-Los italianos y los judíos se lo buscaron, ellos solitos pusieron a esos idolatras a cargo; por otro lado yo hubiera hecho lo mismo, ¿si tienes poder que problema hay en usarlo, en hacerte respetar? La vida es un juego donde el cazador acecha, tu eliges si ser presa o matador.
-¿Y que pasa con toda la gente muerta, todas los masacrados sin justificación?
-Nicky, ¿tu mami nunca te dijo que para hacer una tortilla hay que romper huevos?
-¡Te dije que no me llames Nicky!- grito Farias dándole un puñetazo.
Escorpione en su caída se agarro de su compañero y ambos giraron por la pequeña colina.

El horror de los gritos de los neoterraqueos le recordó a Fury con quien estaba tratando. La misma persona que una vez finalizada la guerra se cruzo de brazos mientras los neoterraqueos en un ultimo y desesperado golpe hacían volar la Luna.
Los conocimientos científicos de Fury permitieron desarrollar un campo de fuerza que protegió al hemisferio occidental de la lluvia de meteoritos pero no pudo evitar que el planeta se saliera de su orbita; casi el noventa por ciento de la población murió mientras la distancia con el Sol se reducía a más de la mitad.
El resto fue muriendo de hambre, quemaduras o enfermedades producidas por la exposición al rey sol.
Al fin incluso la fortaleza de Fury, el ultimo vestigio de la humanidad, ardió y ahora solo quedaban los dos inmortales; enemigos de toda la vida mirándose a la cara, impávidos ante las llamas, apenas sintiendo el infierno que los rodeaba.
Sobre ellos el enorme astro asesino continuaba quemando la atmósfera; ambos lo miraron con impotencia.

Los peleadores rodaron varios metros golpeándose sin parar; de repente se vieron iluminados por una mínima lumbre.
-¡Estúpido, nos descubrieron!
-Cállate, Escorpione, mira para arriba.
En el cielo lleno de estrellas una diminuta bola de fuego flotaba con toda tranquilidad.
-¿Qué diablos es eso?
A medida que la miraban la esfera empezó a variar levemente su forma, ensanchándose y alargándose a un ritmo lento pero constante; unas campanadas se sintieron en la oscuridad marcando el ritmo de los latidos.
-Ya conté trece campanadas...-empezó a susurrar Nick.

-John, estoy seguro que hay otra opción...
-¿Que opción? Somos los últimos seres humanos, y seamos sinceros, siempre estuvimos mas allá del resto... solo una cosa me intereso en la vida y era el dominio, ¿pero que hacer cuando no queda nada para dominar? Estoy aburrido, terminemos con esto de una vez por todas.
Los dos titanes se abalanzaron con la velocidad del rayo, cada grito un trueno y cada golpe en las mandíbulas de acero un retumbar de campanas ensordecedor.
-Oh, por Dios, ¡ahora recuerdo!- grito Fury apartando a su rival con una patada que lo hundió en el lago de fuego que era la tierra.
-¡¿De que te sirven los recuerdos ahora?!- respondió Scorpio saliendo de la lava con el oscuro traje de Kevlar consumido pero su piel radiante como siempre.
-¿No te acuerdas de esa noche, la bola de fuego en el cielo, los ruidos?
-Jamás voy a olvidar cuando me convertí en un dios sobre el resto.

Ambos soldados estaban fascinados por el espectáculo cuando de la esfera surgieron dos rayos directo hacia ellos.
A John por un instante le pareció ver un rostro familiar en el haz de luz antes de desmayarse del dolor.
Cuando despertaron ya nada volvería a ser igual.

-Y que fue lo que viste esa noche... piensa bien...
-La cara de mi pad... – Scorpio se interrumpió a sí mismo con toda la sorpresa de la revelación- No, era mi cara... ¡y la tuya!
-Exacto, no se como explicarlo pero tenias razón, hay un destino escrito; pero no es matarnos, es crearnos a nosotros mismos.
-Eso es una locura, nunca entendí que pasó pero lo que decís es imposible, nunca tuvimos ese tipo de poder.
Fury miro al Sol encima suyo y sonrió; en una estela blanca desapareció.
-¡Espérame!
Con la misma velocidad Scorpio alcanzo a Fury volando hacia el encuentro del Sol.
-Esto es una locura, no vamos a sobrevivir.
-¿No dijiste que este era el final?¿Hay alguna diferencia en como se presenta?
-Supongo que da lo mismo – respondió el villano resignado- Pero hay algo que me desconcierta... si esto funciona obtendrás tus poderes, pero yo también... soy la mitad siniestra de tu ser, el asesino de dos de tus esposas y la mayoría de tus amigos... ¿porque me incluiste en esto?
-Porque sino lo hacia va a ser una eternidad muy aburrida.
Los dos cometas rasantes se hundieron en la superficie del astro, los músculos empezando a arder como el acero liquido. Scorpio aullaba de dolor mientras las llamas lo rodeaban.
De repente sintió una calma absoluta, ya no sentía ninguna parte de su agonizante cuerpo y fluía libre hacia el campo en las costas italianas. Cuando vio a su ser más joven mirando horrorizado al cielo solo pudo pensar “Nick tenia razón, que feo corte de pelo usaba en esta época”.